Mi nombre es Angela Núñez Basalo:
Nací en la ciudad de Maldonado (Uruguay). Mi niñez de padres separados, una madre que trabajaba mucho, padre distante y a los 22 años conocí a quien sería mi esposo por más de 19 años y 20 años mayor yo.
Durante años me sometí a todo tipo de tratamiento para ser madre y la vida me llevó por otro lado.
Me separé a mis 39 años donde ya unos años antes comenzó mi revolución personal y el darme cuenta de muchas cosas.
En el correr de todos los años estudié Maestra jardinera, Dirección de empresas, Idiomas, etc.
Conocí en un taller a mi mentora Verónica Correa y ahí empezó mi amor por las Constelaciones Familiares.
Estudié y me gradué en su escuela e hice muchos seminarios y siempre me estoy actualizando, la vida me arrebató mucho, un proceso de mucho enojo, tristeza, te diría, un proceso necesario para ser quien soy hoy.
Un Ser como tú que le pasa de todo y siguió su instinto, desarrollo el Don de acompañar a otros a descubrir su esencia y ordenarse.
Hoy trabajo de lo que amo, soy Facilitadora en Asse y Consteladora Familiar, doy charlas y talleres conferencias, consultas individuales, trabajé en cárceles y lo que tengo para decirte que todos nacemos para evolucionar y estoy acá para recordártelo.
Puedo verme valiente, animándome a cosas que jamás me hubiese animado.
Hay veces que viajo en un sueño al pasado y me abrazo fuerte a aquella que fui, por todas las veces que no me elegí y me quede en lugares oscuros, y me digo a mí misma: “Ahora es todo diferente, ahora podés brillar”, yo pude salir de esos lugares y siento que mi historia te puede inspirar a que tú también puedas.
No te quedes en lugares donde no puedas brillar ni ser tu misma.
La vida es siempre hacia adelante, que lo que nos pasó nos impulse a ser mejores personas, a sostener a otros, y a saber cuánto valemos.
🙌En la infancia es la etapa de recibir, recibimos todo de nuestros padres. Quizás fue poco, quizás mucho, quizás casi nada, eso sí, no olvidemos que nuestros padres nos dieron la Vida, lo más sagrado que tenemos.
En la edad adulta es la etapa de dar, de compartir, de inspirar de contagiar.
🙌Muchas veces nos quedamos en nuestro niño interior herido reclamando de adultos lo que no recibimos de pequeños, por eso quiero contarte hoy; muchas veces me vi en ese lugar pidiendo, exigiendo, reclamando y sólo cuando me pude mirar con honestidad hacia dentro fue que me di cuenta que sólo yo podía ahora darme todo.
🙌Lo que me dieron de niña fue perfecto así, me dieron lo que pudieron lo que tenían para dar, cada uno da lo que tiene lo que aprendió, lo que tomo.
Comenzar a mirarme a aceptar que ahora tomo lo que me dieron y lo demás me doy “YO”
🙌Deja de buscar en los demás.
Te invito hoy a que reflexiones sobre esto que traje, ¿en qué aéreas de tu vida estás pidiendo, estás reclamando, estás culpando?
Conectar con nuestro niño herido nos ayuda poder convertirnos en adultos más conscientes, responsables, más empáticos y por supuesto, más libres.